jueves, 15 de noviembre de 2012

Aparato Digestivo


Es el encargado de la nutrición del organismo.

La digestión consiste en asimilar los alimentos de modo que pasen a formar parte de nuestro organismo. Los sólidos se someten a acciones mecánicas y de productos químicos.

Ante el olor de los alimentos, se segrega saliva, componente químico producido por las glándulas salivares.

Ya en la boca los alimentos se alteran con la saliva (digestión química) y la masticación (digestión mecánica).

Desde la boca, los alimentos pasan al esófago, que conduce al estómago, donde se repite la acción química al mezclarse ahora con el jugo gástrico, que es un ácido. Se realiza también una acción mecánica, ya que el estómago se mueve triturando los alimentos y, cuando se han disgregado pasan al intestino delgado a través de una válvula llamada píloro, que no permite el paso de grandes proporciones.

El intestino delgado lleva un compartimento, denominado ciego, de donde sale hacia un lado el apéndice, y por otro lado se continúa con el intestino grueso, que comienza con el colon y es donde fundamentalmente se absorbe agua en el organismo.

El grueso desemboca en el recto, que aboca al exterior a través del ano. Al recto llegan los alimentos que no se han absorbido, formándose las heces.

El contenido del abdomen se encuentra en una bolsa llamada peritoneo.

Hígado: está protegido por las costillas derechas. Forma parte de las secreciones internas y forma la bilis, que es una secreción que llega al intestino delgado y es fundamental para la digestión de las grasas. La bilis se excreta en una bolsa llamada vesícula biliar. La vena porta llega al hígado y la sangre que sale del hígado lo hace por la vena hepática.

Páncreas: está detrás del estómago y es un órgano de doble secreción, por un lado forma la insulina, que se vierte a la sangre y permite la utilización del azúcar y por otro lado fabrica el jugo pancreático, que también se vierte al intestino delgado, ayudando a la digestión.

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