martes, 20 de noviembre de 2012

Congelaciones

Son lesiones locales producidas por el frio. Estas lesiones se producen por la formación de cristales en la piel o en los tejidos situados por debajo de esta.

-          Causas.

                La principal causa es la exposición al frío. Sin embargo existen otros factores que favorecen la congelación:

El viento. Acrecienta la sensación de frio, al favorecer la irradiación o pérdida de calor corporal facilitando la congelación de los miembros expuestos. Una temperatura real por encima del punto de congelación puede producir congelaciones cuando existe viento.

Radiación. El calor se irradia hacia la atmósfera, fuera de cualquier cuerpo físico que genere calor en condiciones normales, incluyendo el humano. La ropa en general, y en particular las capas interiores de vestimenta evitan esta pérdida.

Humedad. Al transpirar y al respirar se pierde calor por evaporación. El transpirar es una forma que tiene nuestro organismo de regular la temperatura, pero puede ser contraproducente en climas fríos. La mayor o menor humedad ambiente influye también, ya que condensa más agua sobre nuestra piel que a su vez se enfría. La vestimenta que permite dar salida a nuestra transpiración (membranas impermeables y transpirables) evita un enfriamiento excesivo por evaporación al dejar salir el sudor, pero progresivamente sin exponer nuestra piel directamente al ambiente.

Conducción. Al contactar con superficies o sustancias frías (suelo, agua, metal). La ropa mojada o que retiene el agua es un riesgo en climas fríos. La ropa que nos impermeabiliza o los elementos que nos aíslan de superficies frías evitan esta pérdida de calor. Consejo: no tocar con las manos desnudas objetos metálicos durante un tiempo prolongado; no llevar ropa interior, medias o guantes mojados.

Enfermedades circulatorias. Algunas enfermedades corporales en la que se ven afectados los vasos sanguíneos por una mala circulación facilitan las congelaciones. Entre ellas la diabetes y la enfermedad de Raynaud.

Edades extremas. Niños y adultos.

Deshidratación, desnutrición, hambre…

Consumo de drogas o alcohol.

-          Clasificación y fases.

Congelación de primer grado. Sería la primera que aparece y afecta las capas más superficiales de la dermis o piel. Si la acción del frío persiste, la congelación evoluciona progresivamente a segundo grado pudiendo llegar a congelación de tercer grado. En un primer instante encontraremos la zona afectada fría y pálida, con una muy ligera disminución de la sensibilidad (entumecimiento), el paciente nota que se le toca pero con una cierta sensación de lejanía y generalmente existe una cierta torpeza en los movimientos (p.ej. cuesta más mover los dedos). Esta fase responde a los mecanismos de vasoconstricción y falta de riego sanguíneo. Si persiste el frío, la zona enrojece y existe una sensación de pinchazos múltiples debido a la recuperación de la irrigación y a la liberación de sustancias de tipo histamínico.

Congelación de segundo grado. La zona afectada pasa de color rojizo a color morado, la torpeza de movimientos se agudiza, existe sensación de tensión en la zona, empiezan a aparecer hinchazones o edemas (caracterizados por una piel tersa y fina y la existencia de abultamiento) y aparecen también las primeras ampollas. Estas quemaduras son muy dolorosas puesto que las terminaciones nerviosas todavía no se han visto afectadas.

Congelación de tercer grado. La zona afectada se vuelve negruzca, en lugar de ampollas aparecen las escaras, lesiones oscuras y secas debido a la muerte del tejido, son las lesiones conocidas como costras. Las congelaciones de tercer grado no son dolorosas, las terminaciones nerviosas están necróticas, es decir, muertas, y por tanto la zona es totalmente insensible. Pero ir con cuidado si vais a manipular a un “gran congelado” puesto que nunca encontraréis congelaciones de tercer grado únicamente (tendría que ser en un cadáver completamente congelado, entonces su manipulación ya casi poco importa). La acción del frío no tiene la misma intensidad, lo más probable es que aparezcan congelaciones de tercer grado centrales circundadas por congelaciones de primer y segundo grado, y esas sí son muy dolorosas.

-          Tratamiento.

El tratamiento común en cualquier grado de congelación dirige principalmente sus esfuerzos en evitar agravar el cuadro clínico y recuperar la circulación sanguínea de la zona afectada.

La primera actuación y más obvia consiste en retirar cuanto antes a la persona de la acción del frío e iniciar la maniobra de recalentamiento. In situ la única opción es cubrir la zona afectada con ropas, poner las manos en los bolsillos, en las axilas....pero no frotar la zona afectada puesto que estaríamos agravando la lesión. Cuando llegamos al refugio finalizamos la maniobra de recalentamiento por inmersión de la zona afectada en baños de agua a 38ºC, poco más que la temperatura corporal. Hay que evitar tanto los recalentamientos lentos que pueden producir recongelaciones y también huir de los recalentamientos rápidos (evitar baños de agua hirviendo, duchas muy calientes, aproximación a fuentes de calor, etc...).

No dar friegas con nieve, los cristales de hielo agravan la lesión. Tratar los posibles edemas mediante la elevación del miembro afectado.

No cubrir la lesión a menos que sea totalmente indispensable, si se precisa, cubrir con paños limpios y nunca vendar juntas dos zonas congeladas, así pues, si tenemos que cubrir los dedos de una mano, éstos deben vendarse por separado.

No dar bebidas alcohólicas, el alcohol produce vasodilatación y aumenta momentáneamente la sensación de calor periférico dificultándose los mecanismos termorreguladores del organismo. Sí es aconsejable administrar otras bebidas templadas para restaurar el grado de hidratación del cuerpo.

Si la congelación es especialmente dolorosa, la toma de analgésicos es decisión del afectado. Un nolotil o similar puede ser de utilidad

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